Carta Nº 10 de Mons. Marcel Lefebvre a los Amigos y Benefactores de la FSSPX - 27 de Marzo de 1976


Queridos amigos y benefactores, 

En medio de contradicciones y pruebas, nuestro trabajo continúa, en paz y confianza en Dios, basados ​​en la fe inquebrantable de siempre.

Ecône tendrá, el 3 de abril, 13 diáconos más y muchos seminaristas recibirán las órdenes menores el mismo día. Con los 12 seminaristas en servicio militar, Ecône tiene 110 seminaristas. Ya tenemos unas cuarenta solicitudes para el próximo mes de octubre.

Tanto en Weissbad como en Armada en EE.UU. llegan solicitudes para que estas casas sean ocupadas rápidamente. 

Nuestras Hermanas que están en Albano tienen 4 novicias y 5 postulantes. Estos últimos tomarán el hábito el día de Pascua y si contamos los 4 americanos que se incorporarán próximamente, más los diez que se anuncian para octubre, la casa de formación agrupará ya a unos 23 aspirantes a la vida religiosa. 

Regresarán a Francia en octubre ya que la casa de Albano, originalmente destinada a jóvenes sacerdotes, será ocupada por la promoción de este año. 

Nuestros Hermanos tienen dos novicios y siete postulantes. Serán bienvenidos en nuestras distintas casas, que van en aumento: 4 en USA: Armada, New York, San José y Houston; 2 en Inglaterra: Highclere y Sanderstead; 1 en Bruselas, 5 en Francia, 1 en Alemania en Munich, 3 en Suiza, 1 en Italia en Albano. 

En efecto, es gracias a vuestras oraciones ya vuestra generosidad que en un año podremos tener, si Dios quiere, 26 sacerdotes a vuestra disposición: 13 ya trabajando en las obras de formación y en el ministerio. 

¿Cómo es posible que una obra que se parece a todas las que existían del mismo tipo antes del Concilio Vaticano II sea dura y despiadadamente perseguida por las autoridades romanas, suprimida injusta e ilegalmente, acusada de romper la comunión con Roma, etc.??

La razón de esto es precisamente que seguimos creyendo y actuando como la Iglesia siempre ha creído y actuado. Por tanto, la Roma moderna ha cambiado. Ahora bien, podíamos prever adónde conducirían estas novedades, ya condenadas muchas veces por el Magisterio de la Iglesia. 

La evaluación de los diez años posconciliares es catastrófica en todas partes. Los hombres de Iglesia, siguiendo en esto muchos malos ejemplos, creyeron poder sustituir lo que Nuestro Señor Jesucristo había instituido por instituciones más adaptadas al mundo moderno, olvidando que Jesucristo es Dios "heri, hodie et in saecula", y que su obra se adapta a todos los tiempos y a todos los hombres. 

San Pío X los condenó en su magistral encíclica “Pascendi”. Estos innovadores pervierten la fe, reducen los medios sobrenaturales al nivel del hombre y destruyen la constitución jerárquica de la Iglesia. 


Hace tiempo que los Papas nos lo advirtieron. Pío IX publicó las Actas de la Alta Venta de los Carbonari  que decían: "Dentro de un siglo... los obispos y los clérigos pensarán que caminan detrás del estandarte de las llaves de San Pedro mientras siguen nuestro estandarte" (Cf. Infiltraciones en la Iglesia – Barbier), y Fogazzaro, a principios de este siglo, fundador de la Logia Modernista de Milán, decía: “La reforma habrá que hacerla en nombre de la obediencia” (Cf. La Iglesia Ocupada – Ploncard d'Assac). 

Sin embargo, cuando nos enteramos en Roma que quien ha sido el alma de la reforma litúrgica es un masón, podemos pensar que no es el único. El velo que cubre la mayor mistificación de la que los clérigos y fieles fueron objeto sin duda comienza a desgarrarse. 

Es tiempo, pues, de permanecer más fieles que nunca a la Tradición, a la Iglesia de todos los tiempos, y de orar a Dios, a la Santísima Virgen María y a San Miguel Arcángel, para que libere a la Iglesia del escandaloso ocupación de la que es víctima. 

«Haec es Victoria, quae vincit mundum, fides nostra».
Obtendremos la victoria sobre el mundo por nuestra fe.
(I San Juan, V, 4). 

Que Dios les bendiga por intercesión de su Santísima Madre. Santa Fiesta de Pascua. 

 Econe, 27 de marzo de 1976

Marcel Lefebvre
Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X