Carta Nº 3 de Mons. Marcel Lefebvre a los Amigos y Benefactores de la FSSPX - 1 de Noviembre de 1972
Gracias a sus oraciones, a su dedicación, a su generosidad, el trabajo de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X y sus Seminarios en Friburgo y Ecône avanza rápidamente material y espiritualmente.
Desde la última carta de marzo, tres seminaristas han sido ordenados sacerdotes: dos franceses y un estadounidense de Estados Unidos, los tres miembros de la Fraternidad. Todavía continúan sus estudios durante este año escolar. Otros tres miembros, también de la Fraternidad, han sido ordenados a órdenes menores y serán sacerdotes al final del curso escolar: dos estadounidenses y un francés, lo que elevará la membresía de la Fraternidad a 11 sacerdotes, 9 seminaristas y 1 hermano. y después del 8 de diciembre, fecha de los nuevos compromisos, el número total se acercará a cuarenta.
Así nace una nueva familia de consagrados a Dios y consagrados a la santificación sacerdotal en todas las diócesis a las que serán llamados: ya sea por su ejemplo tomando ministerios parroquiales, o haciéndose cargo de grandes seminarios, o por residencias de ancianos, para sacerdotes.
El nuevo año escolar nos trajo 35 nuevos aspirantes de todo el mundo: Inglaterra, Bélgica, Alemania, Suiza, Italia, Francia. Con nuestros 30 antiguos alumnos, 6 de los cuales continúan sus estudios en Friburgo, es por lo tanto una plantilla general de 65 que tenemos a principios de año, de los cuales el 70% son franceses. También vinieron dos hermanos postulantes para unirse al hermano Francisco.
Las monjas dominicas que tanto nos ayudaron en la fundación han regresado a Pontcalec, como estaba previsto, y son reemplazadas por otras tres hermanas que son miembros de la Fraternidad. Todavía esperamos fundar pronto un noviciado de la Fraternidad de Hermanas Auxiliares del Sacerdocio, sin olvidarnos de la Tercera Orden para laicos.
El crecimiento de los miembros de la Fraternidad y de los aspirantes también requiere una ampliación de las premisas. Ocupamos la primera entrega del edificio de habitaciones el pasado mes de mayo. Estamos entrando estos días en el segundo edificio de las clases y el refectorio, y estamos comenzando el tercero para 60 salas, esperando también comenzar la capilla en el otoño de 1973. Así la casa de Ecône estará bien adaptada para la formación de sacerdotes y hermanos.
Para estos edificios y para el alojamiento de la mitad de los seminaristas contamos con vuestra generosidad.
El futuro es de Dios y Él hará con estos sacerdotes lo que quiera. Formados a partir de las fuentes más puras del Magisterio de la Iglesia, unidos con toda el alma a la sede de Roma y al sacerdocio de Pedro, animados por una espiritualidad verdaderamente sacerdotal basada en el Santo Sacrificio de la Misa, tal como la define para siempre el Concilio de Trento, hombres de fe viva, creyentes en la virtud infinita del sacrificio del altar, en la gracia de los sacramentos, se adaptarán a todos los lugares y todos los ambientes. Porque son sacerdotes de este calibre los que esperan con impaciencia los fieles y los no creyentes.
Los jóvenes que vienen a unirse a nosotros son plenamente conscientes de la necesidad de Verdad y Fe que sienten muchos jóvenes de su generación.
Contamos mucho con ustedes, queridos amigos y benefactores, sacerdotes, religiosos y religiosas, familias cristianas, para que nos ayuden con sus oraciones, sus sacrificios, sus dones para brindar a la Iglesia y a la generación que monta los sacerdotes que deseen.
Que la Virgen María, San José y San Pío X vengan en nuestra ayuda y os bendigan.
En la fiesta de todos los santos 1972
Marcel Lefebvre