Conformidad con la Voluntad de Dios.
“No como yo quiero, Señor, sino como tú”. — Mat. 26, 39
«Los ángeles hallan tanta satisfacción en hacer la voluntad de Dios que si este Señor mandase a algunos de ellos que bajasen a la tierra para ocuparse en separar la cizaña del buen grano o en arrancar de un campo las malas yerbas, dejarían al momento, aunque fuera el paraíso, y se aplicarían con gusto y muy voluntariamente a lo que el Señor pidiese de ellos». — Enrique Suson
Este Santo deseaba siempre muy ardientemente hacer la voluntad de Dios y decía que prefería ser el último de las criaturas, si esto era la voluntad de Dios, antes que ser un serafín por su voluntad propia.
Santa Magdalena de Pazzi pronunciaba muy a menudo estas palabras: «voluntad de Dios, voluntad de Dios», y experimentaba entonces una satisfacción indecible. Decía de cuando en cuando, como fuera de sí misma: «¡Oh cuán amable es la voluntad de Dios! ¡Oh cuán amable es!».
Santa Magdalena de Pazzi pronunciaba muy a menudo estas palabras: «voluntad de Dios, voluntad de Dios», y experimentaba entonces una satisfacción indecible. Decía de cuando en cuando, como fuera de sí misma: «¡Oh cuán amable es la voluntad de Dios! ¡Oh cuán amable es!».
Oración
¡Señor qué perfecta es tu divina voluntad! Soy muy pequeño para comprender toda tu sabiduría y tu amor divino, pero sé que intentando cada día practicar tu voluntad alcanzo y acaricio tu corazón ¡Eres muy amable Señor y cuánto amo tu voluntad! Espero un día estar contigo en el Cielo.