Día Segundo de Diciembre

                                          

Conformidad con la Voluntad de Dios.

“No como yo quiero, Señor, sino como tú”. — Mat. 26, 39

«Es engañarse groseramente al hacer consistir la unión con Dios en los éxtasis, arrobamientos y consolaciones espirituales. Consiste únicamente en no pensar, ni decir, ni hacer, sino lo que es conforme con la voluntad de Dios. Esta unión es perfecta cuando nuestra voluntad está apartada de todo y no está adherida sino a Dios, de manera que no respire sino el solo y puro querer de Dios. Esta es la unión verdadera y esencial que deseo ardientemente y pido siempre al Señor». — Santa Teresa

San Francisco de Sales no cesaba de admirar la perfecta conformidad de la voluntad de San Juan Bautista con la voluntad de Dios: «El santo Precursor vivió 24 años en el desierto, decía el santo Obispo, y solo Dios sabe el gran amor que tenía al Salvador desde que fue santificado en el vientre de su madre, y el deseo que tenía de su presencia; sin embargo, permaneció aplicado a su deber por hacer la voluntad de aquel a quien amaba tan ardientemente, sin abandonar ni una sola vez el lugar en donde le había colocado por verle. Y después de haberle bautizado, no le siguió, sino que continuó en el ejercicio del ministerio que le había sido confiado. ¡Oh, Dios! ¿Qué es esto, sino tener su espíritu desasido de todo y adherido a Dios solo para hacer su voluntad? Este ejemplo me encanta y me pasma por su grandeza.»

Oración

Señor, infunde en mi corazón tu amor para que pueda conformarme con tu divina voluntad.