Profecía del Viernes Santo de 1960

        

Profecía del Viernes Santo del año 1960:

La Virgen habla: 

“¡Cómo vive la juventud en la perdición! Cuantas almas inocentes se encuentran envueltas en una cadena de escándalos. El mundo se ha vuelto como un valle inundado, rebosante de suciedad y lodo. Algunas de las pruebas más difíciles de la Justicia Divina aún están por venir, antes del diluvio de fuego.

Yo, desde hace mucho tiempo, aconsejo a los hombres de muchas maneras, pero no escuchan mis llamados maternales y siguen andando por los caminos de la perdición. ¡Pero pronto se verán manifestaciones aterradoras, que harán temblar incluso a los pecadores más obstinados!

Grandes calamidades vendrán sobre el mundo, lo cual traerá confusión, lágrimas, luchas y dolor. Grandes terremotos se tragarán ciudades y países enteros, y traerán epidemias, hambrunas y terribles destrucciones ESPECIALMENTE DONDE ESTÁN LOS HIJOS DE LAS TINIEBLAS. (naciones paganas o anti-Dios).

En estas horas trágicas, el mundo tiene necesidad de oración y penitencia, porque el Papa, los sacerdotes y la Iglesia están en peligro. Si no rezamos, Rusia marchará sobre toda Europa, y particularmente sobre Italia, trayendo mucha ¡más ruina y estrago!, por eso los sacerdotes deben estar en la primera línea de defensa de la Iglesia, con el ejemplo y la santidad de vida, porque el materialismo irrumpe en todas las naciones y el mal prevalece sobre el bien”.

Los gobernantes del pueblo no entienden esto, porque no tienen el espíritu cristiano; en su ceguera, no ven la verdad.

En Italia, algunos líderes como lobos rapaces vestidos de ovejas, mientras se hacen llamar cristianos, abren la puerta al materialismo y, fomentando acciones deshonestas, llevarán a Italia a la ruina; pero muchos de ellos también caerán en confusión.”

Propagar las devociones a mi Inmaculado Corazón, de Madre de Misericordia, Mediadora de los hombres, que cree en la misericordia de Dios y de la Reina del Universo.

Manifestaré mi parcialidad por Italia, que será preservada del fuego, pero los cielos se cubrirán de densas tinieblas, y la tierra será sacudida por espantosos terremotos que abrirán profundos abismos. ¡Provincias y ciudades serán destruidas, y todas gritarán que ha llegado el fin del mundo! Incluso Roma será castigada según la justicia por sus muchos y graves pecados, porque aquí el pecado ha llegado a su punto máximo.

Orad, y no perdáis tiempo, para que no sea demasiado tarde; ya que densas tinieblas rodean la tierra y el enemigo está a las puertas!”
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