"...Una persona vale lo que piensa, vale lo que ama... El amor a Dios nos santifica... Hoy la gente necesita conocer la devoción al Inmaculado Corazón de María por que la gente ya no tiene convicciones... aman a Dios a penas".
"El amor nos santifica a condición que sea el amor de Dios, eso nos hace más dignos delante de Dios y no como dicen los derechos humanos que el hombre es digno porque es hombre, no. En la vida cristiana el que es digno es el que obra bien, el que ama bien, el que obedece a Dios, ese es el que es digno. Y el que no obedece y el que no ama como Dios manda es el que es indigno, no es el hecho de que sean hombres como dicen hoy los derechos humanos. Nomás porque son hombres ya tienen derechos, no. Delante de Dios el que tiene derecho es el que es fiel, el que ama el bien y el que lo lleva a cabo ese es el más digno, así que por eso los santos en el cielo tendrán una gran recompensa y los mediocres pues si llegan al cielo, si llegan tendrán una recompensa mucho menor".