Confianza
"Ten confianza" San Marcos 6, 50
No debemos hablar mucho de las tentaciones, especialmente de las que van contra la pureza y la fe, ni prestarles demasiada atención. El demonio al tentar a algunas personas sabe bien que no consentirán; pero espera que al sugerir el mal tomarán las armas para defenderse. Esto es para él una especie de gloria de la que espera sacar ventaja. Debemos despreciar la tentación y al tentador, dando prontamente nuestro medio a otra cosa sin preocuparnos ni angustiarnos. — San Juan Crisóstomo.
Este santo dijo que el diablo es como un perro grande que ve a un viajero que no conoce. Al principio el perro sólo ladra; pero si el viajero intenta apaciguarlo y darle algo de pan, se acerca y no se irá hasta conseguir algo más. Si el hombre tira piedras y luego corre, el perro ladra aún más y lo persigue, porque parece tener miedo; pero si deja que el perro aúlle sin acelerar el paso, sin mostrar miedo ni prestarle atención, pronto dejará de ladrar y no lo seguirá más. Así actúas mucho en las tentaciones, continuó el santo. No te detengas en apaciguar o pacificar, no busques combatirlos, sino habiéndote entregado a Dios con todo tu corazón, ocúpate interiormente de otras cosas, actúa tranquilamente como si no estuvieras tentado.
San Benito José Labre, sabiendo que una persona muy virtuosa era violentamente tentada, le dijo: “Aunque estés afligido por las tentaciones, no temas; ten buen coraje. Dios nunca abandona a quienes esperan en Él. No permitirá que caigan los que se apoyan en Él”.
San Benito José Labre, sabiendo que una persona muy virtuosa era violentamente tentada, le dijo: “Aunque estés afligido por las tentaciones, no temas; ten buen coraje. Dios nunca abandona a quienes esperan en Él. No permitirá que caigan los que se apoyan en Él”.
Oración
Dios mío, permíteme no caer en tentaciones. En las tentaciones no seré turbado, en Ti esperaré porque Tú eres mi fortaleza.