Conformidad con la Voluntad de Dios.
“No como yo quiero, Señor, sino como tú”. — Mat. 26, 39
«La perfecta resignación no es otra cosa que un anonadamiento moral de sus pensamientos y afectos, se adquiere entregándose enteramente a Dios para ser dirigido según su santa voluntad». — El B. Enrique Susón
Santa Catalina de Génova llegó a este santo anonadamiento. No tenía ni deseo, ni afición por las cosas de la tierra, deseando que Dios hiciese de ella y en ella todo lo que quisiese, estando bien resuelta a no oponerse a Dios jamás. Decía en cierta ocasión: «sea que coma o que beba, que hable o que calle, que duerma o que vele, que camine o me pare, toda soy de Dios y estoy pronta a obedecerle».
Oración
En este día me entrego completamente a tí Dios. Me abandono a tu santa voluntad. Que sea lo que tú quieras y como usted desee.