Día Décimo Sexto de Diciembre

                                                        

Conformidad con la Voluntad de Dios.

“No como yo quiero, Señor, sino como tú”. — Mat. 26, 39

«Uno de los principales efectos de la santa resignación en Dios es la igualdad de espíritu en los diversos accidentes de esta vida. El modo de mantenerse en esta igualdad es, a imitación de los pilotos, el mirar continuamente al polo, esto es, saber la voluntad de Dios, para estar siempre asido a ella». — San Francisco de Sales

«Jamás he tenido un día malo», decía un santo pobre, todo cubierto de llagas; «jamás me ha acontecido nada desagradable. No temo ni el hambre, ni la sed, ni el frío, ni el calor, ni las enfermedades, ni los desprecios, porque lo recibo todo de las manos de Dios con mucho gusto desde que me he puesto en los brazos de su Divina Voluntad, con la cual me es muy delicioso conformarme. Estando estrechamente unido a la humanidad de Jesucristo por la humildad y a su divinidad por el amor, ¿en qué estado estaré yo mal mientras que esté con mi amable Salvador que ha querido padecer por mí?

Yo soy verdaderamente Rey, mi reino se halla en mi alma, porque está ayudada de la gracia de Dios: yo soy Señor de mis sentidos, tanto interiores como exteriores, y de todas mis pasiones a quienes trato como a esclavas. Así es que por medio del reconocimiento, de la meditación y de la unión con Dios, he llegado al punto de reinar sobre mí mismo. He experimentado que no podía hallar reposo fuera de Dios; mas desde que me he entregado a él, disfruto continuamente de una paz inefable, y me entrego a Él, renunciando a todo afecto a las cosas de la tierra»..

Oración

Señor, enseñame a poner todo en tus manos. Virgen Santísima ayudame a ser más humilde.