Vigésimo Primer Día de Noviembre

                                 

Caridad.

“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón. Este es el mayor y el primer mandamiento, y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. — San Mateo. 22:38

Guardémonos de quejarnos y de hablar mal de los que están descontentos con nosotros y se manifiestan desaficionados a nuestra vista, que se oponen a nuestro modo de pensar, nos persiguen, nos injurian, nos hacen algún agravio y nos calumnian. Antes bien, tratémosles con amor, mostrándoles estimación, hablando siempre bien de ellos, haciéndoles beneficios, sirviéndoles en las necesidades y aun haciendo caer sobre nosotros la confusión y el desprecio por salvar su honor cuando esto sea necesario. — San Vicente de Paul

Dijeron a este santo que muchos se oponían por envidia a los ejercicios espirituales que él mandaba hacer a los que aspiraban a las órdenes; y respondió al misionero que le hablaba así: «estos ejercicios inspiran su emulación más que su envidia. Ellos tienen buena intención, y por esto nosotros no debemos cesar de tener para con ellos estimación y respeto. Y aún debemos creer con ellos que somos indignos de tal empleo y estar persuadidos de que ellos desempeñarían esto mejor que nosotros. Aprovechémonos de lo que nos dicen para darnos a Dios de todo corazón y servirle fielmente».

Oración

Dios mío, nunca me quejaré ni hablaré mal de nadie. Consideraré a mis enemigos como benefactores, ya que me dan la ocasión de merecer la gracia y el cielo..